SEO, SMO, CMO, UXO, CRO… en el mundo del marketing digital existen muchos acrónimos y puede ser difícil orientarse entre ellos. Sin embargo, si te fijas bien en estos últimos, podrás observar que todos tienen una cosa en común. Es la palabra optimización.

Ya sea la experiencia del usuario, el posicionamiento en los motores de búsqueda o la tasa de conversión de un sitio web, los profesionales del marketing digital siempre tratan de optimizar absolutamente todo. En este artículo, nos centraremos en la optimización de la tasa de conversión, a través de las siglas CRO.

¿Qué es CRO en marketing?

CRO son las siglas de Convertion Rate Optimization (optimización del ratio de conversión u optimización de la tasa de conversión). Según la definición de HubSpot, es el proceso de mejorar un sitio web y su contenido para generar más conversiones a partir del tráfico existente.

La mayoría de las estrategias de marketing se centran en aumentar el tráfico del sitio, generar clientes potenciales de mayor calidad o posicionar una marca ante su público objetivo. Todas estas actividades son importantes, pero sólo son una parte del rompecabezas del marketing.

La mayoría de negocios hacen un trabajo increíble de branding, añadiendo contenidos a la web o a través de las publicaciones en las redes sociales, por ejemplo. Pero no son lo suficientemente atractivos una vez que el cliente potencial llega a la página de aterrizaje.

Esto sucede porque se ha centrado la estrategia únicamente en el marketing externo y no se ha optimizado la experiencia del usuario en la web para la conversión.

El hecho de atraer a clientes potenciales a tu sitio web no significa que vayan a comprar. De media, sólo un 3,3% de las personas que llegan a una web realizan alguna acción, ya sea completar una transacción o suscribirse a un boletín informativo.

El CRO consiste en aumentar ese porcentaje mediante distintas acciones y analizar las métricas. Es una estrategia que, bien implementada, puede ser muy poderosa, pero a menudo es ignorada.

¿Cómo se calcula la tasa de conversión?

Para calcular la tasa de conversión, toma el número de personas que realizan la acción deseada en una página web y divídelo por el número total de visitantes de esa página. A continuación, multiplica el resultado por cien.

En la mayoría de los casos, la acción deseada es una llamada a la acción en la página. Puede ser una descarga, un registro, una compra, etc.

Por ejemplo, si tuvieras 4000 visitantes a tu web y 30 de ellos realizaran la acción deseada, la fórmula sería :

30/400×100 = 0.75.

Por lo tanto, el índice de conversión fue del 0,75%.

¿Cuál puede ser una buena tasa de conversión?

Ahora que ya sabes cómo calcular la tasa de conversión, ¿cómo se puede saber lo que constituye una tasa buena o mala?

DEPENDE.

Sí, la respuesta odiada… Te lo explico.

No existe una norma universal sobre lo que constituye una buena o mala tasa de conversión. Influyen diversos factores, como el tráfico web, el sector y la oferta de la empresa. También depende del tipo de conversión que se esté persiguiendo.

Teniendo esto en cuenta, mi respuesta es “mejor que lo que tenías el mes pasado”. En lugar de centrarte en alcanzar una tasa de conversión específica, piensa en cómo mejorar tu tasa actual poco a poco.

Comienza por fijarte el objetivo de aumentar tus conversiones en un 5-10% y ve aumentando. Te sorprenderás de lo alcanzable que es este objetivo si vas paso a paso.

LAS CONVERSIONES NO GARANTIZAN LOS INGRESOS

Una tasa de conversión elevada es un indicador positivo de la eficacia de tus acciones de marketing. Sin embargo, esta medición no es un fin en sí mismo. La tasa de conversión es útil para evaluar si tu público es receptivo o no a tu mensaje.

No te centres solo en este indicador y analiza otros como los ingresos por visitante, la calidad de los clientes potenciales, los márgenes de beneficio y el valor medio de los pedidos. Recuerda que tu negocio no funciona con conversiones, sino con ingresos.

¿CÓMO MEJORAR EL CRO? (ESTRATEGIAS DE OPTIMIZACIÓN DE LA TASA DE CONVERSIÓN)

Ahora, veamos algunas tácticas que podrías probar y/o implementar para aumentar la tasa de conversión de tu web.

Garantía de devolución del dinero o prueba gratuita

Esta es una variable que podrías adoptar para intentar mejorar tu tasa de conversión. Ofrece una garantía de devolución del dinero o un periodo de prueba gratuito para tu producto.

Los consumidores (especialmente los que no están familiarizados con tu marca) pueden tener pequeños problemas de confianza.

Al dar a los clientes la oportunidad de probar antes de comprar, o de obtener un reembolso completo si el producto no es lo que buscaban, se solucionan algunos de estos problemas de confianza.

Compras totalmente seguras

La mayoría de los usuarios en internet son conscientes de los peligros de las compras online. Los sitios web fraudulentos anuncian productos populares a precios reducidos, tentando a la gente a dejar los datos de su tarjeta de crédito y luego descubren que era una trampa.

Una cosa que puedes hacer para generar más confianza en tu marca es mostrar insignias de seguridad durante el proceso de compra, demostrando que la empresa es segura, legítima y está protegida. Entre estos elementos está el certificado SSL que ya es una obligación para todos los sitios web, o se corre el riesgo de ser penalizado por los motores de búsqueda, pero también por tus clientes potenciales.

Prueba social

Aunque muchas empresas son conscientes del poder de la prueba social en un sitio web, muy pocas la colocan en la página de productos.

A los clientes potenciales les gusta ver que un producto ha ayudado a otras personas en situaciones similares a las suyas. Esto proporciona pruebas de terceros sobre la eficacia del producto, al tiempo que respalda las afirmaciones de la marca.

Se trata de una táctica de marketing que casi siempre tiene un efecto positivo en las tasas de conversión de las páginas de productos.

Una llamada a la acción (CTA) potente

Cuando la gente llega a una página de productos, no es raro que se eche atrás en el último momento. Para evitarlo, intenta cambiar tu CTA.

Los dos propósitos de una llamada a la acción son decir a los clientes potenciales lo que tienen que hacer y motivarlos para que actúen. Por lo tanto, tendrás que jugar con el texto para asegurarte de que estos dos puntos están cubiertos por tu CTA.

No tengas miedo de probar diferentes tipos de letra, colores, tamaños, botones, etc. El más mínimo cambio en uno de estos elementos puede tener a menudo un mayor impacto que el cambio de todo el diseño de la web.

José Roldán

Diseñador web y consultor SEO

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